Nada es eterno si tiene vida
y aunque no la tenga.
Una sonrisa, un deseo, una lágrima,
todo es pasajero, temporal.
La nube que deja la lluvia
la mujer y el hombre que aman y son amados.
Tampoco el amor lo es.
Etéreo como un suspiro,
dulce como un beso,
amargo como una
ausencia.
Igual que viene va.
En silencio,
sin saber por que estuvo.
Ilusión inicial
con dolor final.
Buscando nueva victima.
Como parásito
que engaña cuerpo y mente,
que va consumiendo existencias
en pro de noble causa
La sombra del castaño es larga.
Da cobijo al caminante.
que se sienta y espera.
Lo mira, lo admira y le habla.
Cimbrea sus ramas, en una danza sensual
sus hojas bailan mecidas por el viento,
con notas de piano, violines y cellos
Beso tus labios con ojos cerrados.
Mis dedos te perfilan,
con sutil roce
Boca, párpados, pómulos,
cuello,
Se enredan en tu pelo, lo acarician
estremecida al contacto.
Así permanecerás en
mi,
junto a la sombra del castaño