domingo, 13 de octubre de 2013

LE PONT DES AMOUREUX



A menudo recuerdo París. Su gente, sus calles, sus bistró.
Se que es una visión romántica de una ciudad que tiene, como todas,  poco atractivo para muchos. Pero es la que quiero tener. Es la impresión que me ha quedado en cada ocasión que he estado.
Una herida abierta la divide.  Dos ciudades en una, tan dispares como bellas, unidas por  decenas de puentes.
Recuerdo uno en particular,  Le Pont des Arts. Lo crucé por primera vez una noche de otoño. París en otoño tiene un encanto especial. Iba solo. Me gustó el suelo de madera que provocaba una sensación de leve balanceo. La escasa iluminación que aportaban las farolas, daba un aire mágico al lugar. Unos pocos bancos en el centro. Alguno ocupado por parejas que, en voz baja, se decían palabras de amor  o se besaban con ternura.
Comprendí por que se le conocía  como “Le Pont des Amoureux” (El puente de los enamorados). Sus barandillas aparecían llenas de candados con inscripciones. Eran pruebas de amor, de compromiso. Las parejas sellaban su unión con este símbolo.
De día,  a lo lejos, el puente parecía ser dorado por los reflejos del metal, quizás para acentuar esa aura de magia que rodea al amor
Me asomé al río observando un “Bateau”

Me hubiese gustado poner mi propio candado en ese puente.

5 comentarios:

dijo...

Pues esto de los candados parece ser que es un problema:

http://www.espanol.rfi.fr/francia/20130828-los-candados-del-amor-ponen-en-peligro-celebre-puente-parisino

A mí, sinceramente, me parece horroroso.

MaRía [Capri ] dijo...
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MaRía [Capri ] dijo...
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MaRía [Capri ] dijo...
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MaRía [Capri ] dijo...
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