sábado, 4 de enero de 2014

CARNE, HUESO Y PIEDRA


Grité esperando que me oyesen.

Supliqué  vagando entre sombras.

Mentí,  buscando  verdad.

Me dañaron por no herir a otros.

Fui cruel como bestia moribunda.

No sentí piedad, ni odio,

pues no es venganza lo que quería.

Amé a quien no  debía.

Y me amaron, seguro

cada una a su manera,

pero ninguna como la mía.

Que no es mejor ni peor que cualquiera,

al menos, no mentía.

Me volví frío mientras ardía.

Tuve miedo mil y una noches.

Sangraron mis entrañas los mismos días.

Deseé matar y morir.

Y llegó la apatía.

Lloré por no saber vivir,

sin penar y hacer sufrir.

Y aún hoy estoy aquí,

siendo carne, hueso y piedra,

sin saber si soy o fui.


No hay comentarios: